Vive Viver te propone un tranquilo y relajado paseo. Un itinerario señalizado que te permitirá descubrir y conocer de una manera activa el pintoresco y rico patrimonio del municipio de Viver. Un breve recorrido, a través del cual, nuestra historia común representada en sus edificios, monumentos y calles, se hace permanentemente presente en el singular y bello contexto urbano que caracteriza el pueblo; donde, además, el rumor del agua de sus numerosas fuentes, y el trato amable y alegre de sus habitantes, acompañarán los pasos del visitante.
El municipio de Viver se encuentra situado en un espacio natural privilegiado. Su término municipal, rodeado por las estribaciones de las sierras del sistema ibérico (Javalambre), aparece abierto al mar Mediterráneo a través del tortuoso cauce del río Palancia, principal accidente geográfico y espectacular espacio natural al cual vierten los numerosos barrancos y fuentes diseminadas por el territorio. Además, el municipio se sitúa en el histórico y antiquísimo paso natural de la costa al interior, en un punto estratégico de frontera entre los antiguos reinos de Valencia y Aragón.


1. PLAZA MAYOR O “PLAZA NUEVA”

La Plaza Mayor de Viver, comenzó a construirse al finalizar la Guerra Civil, por el Regiones Devastadas, y fue inaugurada en el año 1945.
Los edificios que forman esta plaza, incluido el ayuntamiento, son muy sobrios que utilizan con profusión la piedra en zócalos, arcadas, esquinas, y el ladrillo de revestimiento. Los ventanales son amplios, cosa novedosa, pues hasta la fecha, las casas tenían pequeñas ventanas.

2. CONVENTO Y ERMITA DE SAN FRANCISCO DE PAULA

Tras la desamortización, por la Orden de 20 de Febrero de 1821 se suprime el convento de religiosos Mínimos de Viver. En un principio pasó a manos del Estado y de éste al Ayuntamiento, se destinó a escuela de primera enseñanza, juzgado y cárcel. Durante las últimas décadas del siglo XX albergó las dependencias de la Cámara Agraria y el Cuartel de la Guardia Civil. Usos y transformaciones sustanciales que con el tiempo lo fueron deteriorando.
Al tratarse de la casa de una orden mendicante, el edificio presenta una modestia monumental que le caracteriza. Conserva un claustro central de planta cuadrada que conecta con la iglesia y articula con la doble planta de corredores las tres alas de una crujía del edificio conventual. La Iglesia de San Francisco de Paula, de 1607, fue levantada por un tal Barberan de Rubielos de Mora, renovada y reedificada, ya siendo exconvento, en 1852.
El primer convento de la Orden de Frailes Mínimos se fundó en Viver junto a la ermita de San Miguel en el año 1603. Aunque según el historiador Escolano los monjes ya se habían asentado en el año 1535. El 10 de julio de 1605, con la licencia del Obispo de Segorbe, don Feliciano de Figueroa, y del Padre Prior del Monasterio Jerónimo de San Miguel de los Reyes de Valencia, como propietario entonces de la Villa de Viver, se produce el traslado de los monjes a este nuevo edificio, situado entonces extramuros de la villa (escena representada en el panel de azulejos cerámicos policromados, situado al exterior del muro lateral de la iglesia del convento).

3. PLAZA CONSTITUCIÓN O “PLAZA VIEJA”
El historiador Francisco Diago fue el impulsor de la construcción de este monumento que conmemora la llegada de las aguas hasta el municipio. Se construyó en el año 1608 y a lo largo de los años ha ocupado diferentes posiciones en la Pza. de la Constitución.
Su estilo barroco se ve reforzado por su forma de cáliz eucarístico y rematado por una imagen de la Asunción.


4. PLAZA DEL ÁNGEL O “LA REPLA”
Imponente conjunto arquitectónico que preside la Plaza del Ángel, siendo el resultado de siglos de historia. Parece documentado que en el año 1367 los repobladores cristianos de Viver consagran una antigua mezquita como Iglesia, comprando además una campana para “llamar a los divinos officios a los cathólicos chistianos…”. Un año después, el obispo de Segorbe, nombra a mossén Ximeno Rillo, primer vicario de la nueva iglesia erigida en Viver, bajo la invocación y patrocinio de Nuestra Señora.


” ..se ha hedificado una Yglesia parrochial, que antiguamente eran templos o mezquitas, ( y ordeno) que tenga çimenterio y fuente de baptismo y todos los otros derechos de una iglesia parrochial y una vicaria perpetua, …. “

La documentación conservada del siglo XVI atestigua que la iglesia está dedicada a Santa María, pudiéndose deducir de la misma, que el edificio presentaba una disposición muy característica de la época, planta rectangular, nave única, crucero no emergente y capillas entre los contrafuertes. Según consta en una inscripción, hecha por el historiador Francisco Diago, en el año 1608 se construyó adosada a la fachada la imponente torre manierista del campanario, con 25 m. de altura, presenta sólida fábrica y buen trabajo de sillería; de planta cuadrangular, con gran basamento, más tres cuerpos bien definidos, incluido el de las campanas. A finales del mismo siglo, en 1694, se inicia la construcción de la capilla barroca de la Comunión, finalizándose las obras en 1705. Ya en el siglo XIX se amplía el edificio de la parroquia por el aumento de la población, desarrollándose las naves laterales y los cruceros.
En el interior, articulando el alzado, la nave central dispone un orden corintio de pilastras estriadas sobre pedestales, friso corrido, amplia cornisa con dentículos, bóveda de cañón y lunetos con ventanas para la iluminación interior. La intersección de la nave y el crucero se cubre con bóveda vaída. Conservan las cubiertas interesantes pinturas murales del s. XVIII, con escenas de la vida de María, atribuidas al pintor Rafael Posades. Guarda esta parroquia una interesante colección museográfica, ubicada en los bajos de la capilla de la Comunión, con piezas de orfebrería, pintura y escultura. Es digna de reseñarse la pila bautismal de 1568.


5. PARQUE MUNICIPAL LA FLORESTA
La Floresta es un parque natural y urbano de 40.000 metros cuadrados de extensión, situado en el singular cauce del barranco Hurón a su paso por la población. La acción de las aguas y las características geológicas del terreno, donde predomina la piedra arenisca (tosca) han configurado este insólito y sobrecogedor paraje, casi mágico. Se trata de un enorme hueco excavado en el terreno, de altísimas paredes rocosas, cubierto de una variada y frondosa vegetación, y surcado por hermosos saltos y cascadas de agua.
Históricamente, La Floresta fue un lugar salvaje, casi inaccesible; a modo de enorme foso, constituía un elemento defensivo primordial de la población, donde se construyeron las casas colgadas al feraz desfiladero del Hurón, hecho que le confiere hoy a Viver un pintoresco perfil urbano y paisajístico.
Pero esto no fue siempre así, parece ser que este lugar esconde los restos de una singular instalación de la época romana, un vivero de peces de agua dulce. Tanta ha sido la influencia de este hecho en el lugar que el mismo topónimo del municipio deriva de esta singular actividad, quedando constancia de ello en el escudo histórico de la Villa con la representación de unos peces sobre unas líneas de agua.
Durante los últimos años el municipio de Viver se ha volcado en la adecuación de este espacio para el uso y disfrute público del mismo, hoy constituye un importante recurso natural, de ocio y educativo al alcance de todos los ciudadanos.


“Aunque en varias partes del reyno de Valencia hay moles considerables de piedra tosca, en ninguna se ven tantas como en las cercanías de Viver, señaladamente en el distrito llamado Floresta, donde se hallaerro de 200 palmos de altura, compuesto en otro tiempo de tierra, y hoy de tosca, desde la cumbre hasta más de 140 palmos de profundidad.”
Cavanilles
Botánico y naturalista español. (1795)
5.1 MUSEO DEL TIEMPO

Fue un fin de semana de noviembre de 2023 cuando algunas personas y colectivos de Viver enterraron sus objetos en diferentes lugares de La Floresta, un parque natural y urbano situado en el cauce del barranco Hurón y muy vinculado a su población. Alguien les había dicho que escondieran los objetos debajo de la tierra para que los “hombres grises” no pudieran robarles la memoria que guardaban. Allí permanecería para siempre ese momento del tiempo pasado.
La memoria escondida en estos objetos ya no les pertenece. Ahora esta memoria nos pertenece a todos. Basta coger este mapa y caminar por La Floresta. Donde a través de los QR podrás descubrir cada una de las historias.
6. ERMITA SANTA BÁRBARA Y PORTAL DE LOS HUERTOS


Según consta en una inscripción al exterior, la ermita fue fundada en el año 1606, por el presbítero Antonio Barrachina natural de Viver. Originalmente este edificio de planta rectangular, sólidos muros de mampostería, sillares en cantoneras y portada y cubierta a dos aguas, presentaba nave única de tres tramos y capilla mayor. El ensanche de la calle supuso la pérdida del primer tramo, a los pies del templo, por lo que la sobria y elegante portada manierista, con arco de medio punto, hornacina y óculo superior, aparece desplazada a un lateral del edificio.


Tras la conquista cristiana del territorio islámico, de manos del monarca Jaime I, se fue consolidando un incipiente espacio urbano en la parte alta de la actual población. Situado éste de un modo estratégico, aprovechaba los abundantes manantiales de agua, dominaba la cornisa del desfiladero del rio Hurón en el paraje de La Floresta, así como el paso natural entre el interior y la costa. Inicialmente debió constituir un pequeño grupo de casas agrupadas encerradas en sí mismas, con estrechas, empinadas y tortuosas calles, algunas sin salida y con portales de acceso al interior. A escasos metros, el portal de los Huertos y su entorno, nos recuerdan ese característico urbanismo medieval, que primaba un crecimiento orgánico del mismo y su carácter defensivo, tan propio de tiempos de espadas y lanzas.
7. CASA SEÑORIAL Y ABREVADERO

Casa Señorial del siglo XVI esta situada en la calle Castillo frente a un abrevadero del siglo XVIII.
Casa de tres alturas reconstruida tras la guerra civil que conserva la cambra. Actualmente se encuentra dividida en
dos viviendas. La puerta de entrada inicial conserva un arco de medio punto de
origen, con escudo acabado en piedra vista. Debajo del escudo encontramos una
inscripción con el número “132”. Se conserva también un poco de pintura de
azulete.
En el primer piso se observan tres vanos originales de fabrica con dintel plano, sobre los que debió existir una cubierta como se observa en las improntas existentes entre los sillares.
El Historiador Diago la cita como “Casa de la Señoría”

8. CUBO LAGAR ROCHA PALMERA

En 2012 un grupo de personas de Viver empiezan, acompañados por la Universitat Jaume I de Castellón, un proyecto cultural de aproximación, conocimiento y difusión de todo este enorme patrimonio cultural relacionado con el vino del que podemos, aún hoy en día, encontrar importantes vestigios en Viver.
A lo largo de los siglos y desde los romanos, la historia de Viver ha ido en paralelo al vino, llegando su apoteosis en la segunda mitad del siglo XIX principios del XX, momento en el que se produce la llegada de la plaga de la filoxera a Viver (1915), provocando una crisis económica y la progresiva desaparición de la cultura del cultivo de la vid y de la elaboración del vino.
A nivel productivo o económico, el botánico Cavanilles, dice que es prodigioso el número de viñas. Esta afirmación corrobora la importancia de los cubos de vino existentes en la población. Esta gran producción vinícola debía ser distribuida, por lo que el mismo Cavanilles nos dice que un tercio de la población se dedicaba a la carretería, es decir, a los transportes, por lo que la actividad vitivinícola de Viver fue el gran eje económico sobre el que creció el pueblo, apoyado por el paso del Camino Real.
9. CUBO LAGAR ALONSO

Cubo de vino situado en el centro del pueblo.
Su situación es en calle olivera, detrás de la Iglesia Virgen de Gracia en frente tiene la fuente de San Antonio Abad (datada del año 1950). En el barrio denominado de Fondeguilla.

10. DUQUE DE CALABRIA

El Duque de Calabria adquirió en 1538 Viver.
Sin descendencia deja en herencia Viver al Monasterio de San Miguel de los Reyes de Valencia en sentencia definitiva de 1680.
